Tras llamar a un millón de trabajadores a secundar la protesta, dirigentes de los cinco sindicatos mayoritarios del sector aseguraron que la medida de fuerza será un éxito sin precedentes, frente a la agresión del derechista Partido Popular (PP) contra la escuela pública.
La Plataforma en Defensa de la Educación Pública, integrada por la Confederación de Padres de Alumnos y el Sindicato de Estudiantes, respaldó el paro, primero en la historia de la democracia española que realizarán de manera conjunta todos los niveles de enseñanza.
El paro sucede a una serie de movilizaciones, la más reciente el pasado 29 de abril, cuando miles de personas salieron a las calles del país para defender los pilares del estado del bienestar, en un país que acaba de entrar en su segunda recesión en dos años.
En rueda de prensa, representantes de las centrales obreras FETE-UGT, FE-CC.OO., ANPE, CSIF y STES pidieron a los padres de 7,5 millones de alumnos no universitarios que no los lleven a clase ese día.
Además, propusieron a toda la comunidad educativa una noche de vigilia en los centros escolares del 21 al 22 de mayo, que los colegios cuelguen lazos y pancartas verdes el día de cese de labores y concentraciones y manifestaciones en todas las provincias.
Precisamente, el Congreso de los Diputados convalidó la víspera el tijeretazo de 10 mil millones de euros en materia de educación y salud, aprobado el pasado 20 de abril por el Palacio de la Moncloa (sede gubernamental). Las controvertidas medidas, que afectarán a los sectores más vulnerables de la sociedad, recibieron luz verde gracias a la mayoría absoluta que ostenta en la Cámara baja el PP, en el poder desde diciembre de 2011.
Con sus impopulares reformas, la administración de Rajoy espera ahorrar siete mil millones de euros en el gasto sanitario y otros tres mil millones de euros en la enseñanza pública. Las organizaciones sindicales denunciaron que los recortes impuestos por el Ejecutivo y las comunidades autónomas, la mayoría gobernadas por el PP, se traducirán en una poda de entre el 25 y el 30 por ciento de los presupuestos educativos.
Alertaron que con el ahorro de tres mil millones de euros, las aulas volverán a "masificarse", con grupos de hasta 30 alumnos en educación infantil y primaria, un máximo de 36 en secundaria y de entre 42 y 46 en bachillerato.
Las organizaciones rechazaron también el grave deterioro de las condiciones laborales del profesorado, la congelación de las plazas de docentes, los recortes en becas y ayudas al estudio y el incremento de las tasas universitarias.
Reivindicamos más que nunca una universidad pública para todos, precisaron.
